Romper creencias limitantes: el arte de reescribir tu narrativa interior desde el amor y el merecimiento

Por: Maria Fernanda Cuesta.

¿Qué pasaría si aquello que crees sobre ti no fuera más que parte de una historia heredada? 

¿Y si pudieras reescribirla? 

Cada día, operamos desde un conjunto de creencias que moldean nuestra percepción, decisiones y relaciones. Algunas nos empoderan; otras, en cambio, nos atan a patrones de escasez, miedo o autosabotaje. A estas últimas las llamamos creencias limitantes.

¿Qué es una creencia?

Una creencia es una idea que hemos aceptado como verdad. Muchas se forman en la infancia, cuando aún no tenemos filtros conscientes para cuestionarlas. Pueden surgir de lo que nos dijeron nuestros cuidadores, familia, del entorno cultural, educativo o de experiencias emocionales que dejaron una huella profunda. Desde una mirada holística, una creencia es más que un pensamiento: es una estructura energética que condiciona cómo sentimos, cómo actuamos y qué creemos que merecemos.

Imagina estas creencias como mantras que repetimos sin darnos cuenta: “tengo que esforzarme mucho para ser valorada”, “el amor duele”, “no soy lo suficientemente buena”. Cuando estas frases se instalan en nuestra mente, condicionan nuestra realidad interna y externa. La buena noticia es que toda creencia puede ser transformada.

¿Qué son las creencias limitantes?

Las creencias limitantes son pensamientos que nos impiden crecer. Nos dicen lo que no podemos hacer, no merecemos o lo que no está disponible para nosotras. Funcionan como barreras invisibles que sabotean nuestra expansión y nos desconectan de nuestra verdadera esencia. En su origen, muchas fueron mecanismos de defensa ante el dolor o la falta de amor, pero cuando seguimos operando desde ellas en la adultez, vivimos en una especie de piloto automático emocional, desde el miedo, la carencia o la duda constante.

Desde una perspectiva energética, estas creencias limitantes contraen nuestra vibración. Nos mantienen girando en círculos, lejos de la abundancia natural que surge cuando habitamos la vida desde el merecimiento y la autenticidad.

Romper con lo que nos limita

El primer paso para transformar estas creencias es observarlas. No con juicio, sino con conciencia. Pregúntate:

—¿Esta idea realmente me pertenece?

—¿Sigue siendo útil para la persona que soy hoy y para la que deseo convertirme?

Cuestionarlas nos da poder. Cambiar una creencia no se trata de negar nuestra historia, sino de actualizar la narrativa interna con más amor y coherencia. Al hacerlo, dejamos de vivir desde el pasado y comenzamos a crear desde el presente.

Este trabajo no es solo mental, es profundamente emocional y espiritual. Implica abrir un espacio de observación con atención plena, donde dejamos de reaccionar desde la herida y comenzamos a crear desde la verdad de nuestro ser. Es permitirnos imaginar y sentir la vida desde el merecimiento pleno. Porque cuando nuestra historia interior cambia, todo lo que somos y lo que nos rodea empieza a alinearse.

Previous
Previous

Vivir desde la abundancia que ya habita en ti

Next
Next

¿Qué hace un coach y cómo este proceso de acompañamiento puede ayudarte a cumplir tus metas?